México celebra este domingo un referéndum para decidir si se investiga y enjuicia a cinco ex presidentes por casos de corrupción, aunque una baja concurrencia podría dejar la consulta sin efectos legales.
La iniciativa es impulsada por el presidente Andrés Manuel López Obrador, y su partido, Morena. Para ser vinculante deben votar al menos 37,4 millones de personas (40% del padrón electoral).
El "sí" lograría hasta 90%, pero no tendría carácter legal porque "difícilmente se llegará al 30%" de participación", señaló Roy Campos, director de la encuestadora Mitofsky.
El referéndum, cuyos resultados se conocerán de 48 a 72 horas después de la votación, apunta hacia Carlos Salinas (1988-1994), Ernesto Zedillo (1994-2000), Vicente Fox (2000-2006), Felipe Calderón (2006-2012) y Enrique Peña Nieto (2012-2018).
En México los ex mandatarios pueden ser juzgados como cualquier ciudadano, pues pierden el fuero al dejar el poder. Sin embargo, López Obrador argumenta que la consulta es necesaria porque contribuirá a la aplicación de justicia y fortalecerá la democracia participativa.
De todos modos, dijo que no votará, aduciendo que no quiere que el "conservadurismo hipócrita y corrupto" lo acuse de vengativo y porque es "de la idea de seguir adelante".
AMLO impulsó una reforma que permite someter a los presidentes a un referendo revocatorio cuando cumplan la mitad del mandato de seis años.
La pregunta propuesta por López Obrador, que considera la corrupción como el principal problema del país, citaba a sus cinco antecesores, pero la Suprema Corte la modificó al avalar el referéndum.
El enunciado reza: "¿Está de acuerdo o no en que se lleven a cabo las acciones pertinentes, con apego al marco constitucional y legal, para emprender un proceso de esclarecimiento de las decisiones políticas tomadas en los años pasados por los actores políticos, encaminado a garantizar la justicia y los derechos de las posibles víctimas?".
Para Luis Carlos Ugalde, expresidente del Instituto Nacional Electoral (INE), si la fiscalía tiene elementos contra los exmandatarios no es necesario que "el pueblo te diga sí o no".
Alegando falta de recursos, el INE realizó una modesta promoción del referendo. Instaló 57.000 urnas, frente a 160.000 de las elecciones legislativas y locales de junio pasado.
El mandatario llamó a tener presente en la consulta escándalos como el supuesto espionaje a opositores, periodistas y defensores de derechos humanos con el software Pegasus durante el gobierno de Peña Nieto, a quien vincula con los sobornos de la empresa constructora brasileña Odebrecht.
Además, acusa a Salinas de vender sectores estratégicos, como el telefónico, a "allegados", y a Zedillo de "endeudar" al país al absorber una millonaria cartera vencida de los bancos tras la crisis de 1994.
A Fox, en tanto, lo responsabiliza de haber maniobrado para impedir su candidatura presidencial en 2006, y a Calderón de haber desatado un baño de sangre con su guerra antidrogas.